La Santa  Cruz de Catañeda



 





Abandonando ya la Cuenca del Besaya para adentrarnos en la del Pisueña, nos encontramos con otra de las grandes colegiatas que posee la actual Provincia de Cantabria. Recibe ésta el nombre de La Santa Cruz, y está ubicada en el pequeño pueblo de Castañeda. Su emplazamiento geográfico la hace partícipe tanto de la riqueza del valle como de ser camino de tránsito hacia la costa. Existen motivos para creer que nace como monasterio, alrededor del cual surge después el pueblo, teniendo constancia de dicho monasterio ya desde finales del S. XI; y si bien en un principio perteneció al señorío de Lara, en 1131 pasa a ser de realengo. (García Guinea, 1979, T. II, págs. 264 y 272) No obstante, poco se sabe de las vicisitudes históricas de esta Colegiata debido a la desaparición de la mayor parte de su documentación por los sucesivos incendios sufridos por ésta.



Su monumentalidad se hace patente al exterior, estando la fábrica románica primitiva muy enmascarada debido a las posteriores ampliaciones. La iglesia de Castañeda, como corresponde a su monumentalidad, es de cabecera de triple ábside, habiendo desaparecido el menor de la izquierda ante la construcción de la sacristía y una capilla en el S. XVIII.


Los muros exteriores han sufrido también grandes modificaciones ante los sucesivos añadidos, por lo que se ven interrumpidos por éstos, lo mismo que la serie de canecillos que presentarían en un principio los aleros de su tejado. Aunque no podamos asegurarlo, creemos que la mayor parte de los mismos corresponden a una época posterior, aunque aún dentro del románico, y que los pocos que se conservan interesantes para nosotros, pueden pertenecer a esa fábrica más primitiva de la que todavía tenemos huellas en parte de sus muros.


En cuanto a la plástica de su interior, es otra de las iglesias que presenta gran riqueza escultórica y, aunque la cubrición de su nave principal parece ser reconstrucción de momentos posteriores, lo que sí es auténticamente románica es la parte del crucero, presbiterio y semicírculo absidal, en donde se concentra su plástica.

 

 

 

 

 






La portada orientada al Oeste es acorde con su monumentalidad, siendo de medio punto y organizada por ocho arquivoltas que descansan en cimacios, que a su vez apoyan en capiteles iconográficos, todo ello muy sencillo. La iconografía de éstos es animalística, reduciéndose a animales fantásticos como grifos, leones y serpientes.

 

 


 

 

 







En el muro Sur sólo se conservan canecillos en el primer tramo, pues se ven interrumpidos por la torre y los añadidos citados. Su iconografía es en su mayor parte animalística y geométrica, de diversas molduras.

 

 

 


  


La cabecera fue de triple ábside en sus orígenes, ha desaparecido el menor de la izquierda ante la construcción de la sacristía y una capilla en el S. XVIII. En ella podemos contemplar gran número de canecillos, estando soportado tanto el alero del ábside mayor como del menor por una serie corrida de éstos. No obstante, a decir verdad, pocos son los interesantes para nuestro estudio iconográfico.

 

 

 

 

 

 

 
 

 

 


El ábside mayor va precedido del muro recto del presbiterio que alberga en total siete canecillos. A continuación, ya dentro del semicírculo, nos encontramos con una serie de dieciocho, repartidos en tres tramos, para seguir con los seis del presbiterio Norte. Suman pues en total treinta y uno, siendo sólo interesantes para nosotros unos pocos.

 

 

 

Su iconografía de izquierda a derecha es la siguiente.


Can. Abs. May. I: En caveto con una bola en el centro.

Can. Abs. May. II: Caveto con decoración de espirales en los laterales.

Can. Abs. May. III: Cabeza de animal, difícilmente identificable, con algo en la boca.

Can. Abs. May. IV: Dos animales mordiéndose mutuamente en las ancas.

 





 

 


 

  1. Can. Abs. May. V: Juglar músico.

  2. Can. Abs. May. VI: Figura masculina sedente y desnuda.

  3. Can. Abs. May. VII: Mujer sedente con toca rizada.

  4. Can. Abs. May. VIII: En caveto con dobles volutas.

 

 

 

  1. Can. Abs. May. IX: Tres cavetos y volutas.

  2. Can. Abs. May. X: Cabeza de monstruosa.

  3. Can. Abs. May. XI: Dos cabezas humanas barbadas.

  4. Can. Abs. May. XII: Cabeza monstruosa con las fauces abiertas y algo entre los dientes.

  5. Can. Abs. May. XIII: Cabeza de cabra con los cuernos hacia atrás.

  6. Can. Abs. May. XIV: Geométrico.

 


 

 



Can. Abs. May. XV: Geométrico.

Can. Abs. May. XVI: Juglar músico.

Can. Abs. May. XVII: Cabeza humana bajo doble caveto en disminución.

Can. Abs. May. XVIII: Geométrico.

Can. Abs. May. XIX : Una cabeza monstruosa con las fauces abiertas.

Can. Abs. May. XX: Bola o fruto medio cubierto por una hoja.

Can. Abs. May. XXI: De volutas.

 

 

 


  1. Can. Abs. May. XXII: En caveto con punta de diamante.

  2. Can. Abs. May. XXIII: Caveto en disminución con medio disco.

  3. Can. Abs. May. XXIV: Posible cabeza de bóvido.

  4. Can. Abs. May. XXV: Tres cavetos, en el medio motivo de bola o fruto medio cubierto por una hoja.

  5. Can. Abs. May. XXVI: De triple caveto en disminución.

  6. Can. Abs. May. XXVII: Semejante al anterior.

  7. Can. Abs. May. XXVIII: Monstruo Andrófago.

  8. Can. Abs. May. XXIX: Bola o fruto en caveto.

  9. Can. Abs. May. XXX: Liso en caveto.

  10. Can. Abs. May. XXXI: Animal monstruoso.

 

 

CAPITELES DE COLUMNA DEL ÁBSIDE MAYOR


El lienzo del ábside está dividido en cinco tramos por cuatro columnas con sus respectivos capiteles. Su iconografía de izquierda a derecha es la siguiente:


  1. Cap. Col. Abs. May. I : Motivos de bolas o frutos medio cubiertos por una hoja y volutas en lo alto. 

  2. Cap. Col. Abs. May. II : Volutas.

  3. Cap. Col. Abs. May. III: Motivos de bolas en lo alto y aves en los ángulos.

  4. Cap. Col. Abs. May. IV: Bolas o frutos medio cubiertos por una especie de hoja, y volutas en lo alto.

 

 


CAPITELES EXTERIORES DE LAS VENTANAS DEL ÁBSIDE MAYOR


En el ábside mayor podemos apreciar también tres vanos de medio punto que apoyan en columnas con sus respectivos capiteles.


 

  1. Cap. Izdo. Vent.I Abs. May.: Animales afrontados, y sobre ellos volutas, cabecita y bolas o frutos intermedios.

  2. Cap. Drcho. Vent.I Abs. May.: Volutas hacia los esquinales sobre una fila de bolas o frutos medio cubiertos por una hoja. En el centro otra bola o fruto medio cubierto de nuevo por una hoja.

  3. Cap. Izdo. Vent.II Abs. May.: Decoración a base de dos filas de gruesos pitones, y bolas o frutos medio cubiertos por una  hoja tanto en la parte central como en la superior.

  4. Cap. Drcho. Vent.II Abs. May.: Es animalístico, encontrándose estos unidos por los lomos y con las cabezas vueltas hacia estos. Se completa la decoración con volutas en lo alto y pequeñas bolas en los intermedios.

  5. Cap. Izdo. Vent.III Abs. May.: En él podemos observar un ave en el esquinal, a la que acompañan volutas planas y bolas con cabe citas animalísticas en los intermedios.

  6. Cap. Drcho. Vent.III Abs. May.: Parece una lucha entre dos animales, también frutos medio cubiertos por una hoja.

 

 


ÁBSIDE LATERAL MENOR NORTE


Presenta también serie de canecillos albergados bajo el alero de su tejado. Son en total trece. Su iconografía de Este a Norte es la siguiente.

  



Can. Abs. Me. N. I. De rollos.

Can. Abs. Me. N. II: En caveto.

Can. Abs. Me. N. III: Cabeza monstruosa.

Can. Abs. Me. N. IV: Dos cavetos con punta de diamante y volutas planas en los laterales.

Can. Abs. Me. N. V: Una cabeza varonil barbada.

Can. Abs. Me. N. VI: En caveto.

Can. Abs. Me. N. VII : Un monstruo con las fauces abiertas.

Can. Abs. Me. N. VIII: Una cabeza humana.

Can. Abs. Me. N. IX : Animalístico, parece tratarse de un cerdo.

Can. Abs. Me. N. X  : Una cruz calada.

Can. Abs. Me. N. XI : Una cabeza de animal.

Can. Abs. Me. N. XII : Bola o fruto medio cubierto por una hoja.

Can. Abs. Me. N. XIII: Tonelito y dos cavetos.

 



Vemos, pues, que en cuanto a su iconografía son todos ellos muy parecidos a los ya descritos del ábside mayor, y poco interesantes para nuestro estudio, bien lisos en caveto, o con algún motivo geométrico, cabezas humanas, y algún que otro animalístico.

 


Deteniéndonos en una descripción más detallada de aquellos que pudieran estar más relacionados con nuestra iconografía, tenemos:

 

 
  



El Can. Abs. May. V cuya temática es juglaresca, pues se trata de un juglar músico. Este se encuentra sentado tocando la vihuela o el rabel. No podemos precisar si va desnudo o vestido, sólo que la cabeza la lleva cubierta con una especie de casquete que le cubre incluso las cejas. Apoya la base del instrumento en el hombro izquierdo, cubriéndole éste prácticamente toda esta parte del cuerpo. En la mano derecha lleva el arco con el que tañe las cuerdas.

 

Sigue a éste, en el Can. Abs. May. VI, una figura masculina sedente y desnuda, y con características itifálicas. Es barbado y parece sostener algo entre las manos que apoya sobre su sexo.

 

A continuación, en el Can. Abs. May. VII, vemos a una mujer, pues lleva su cabeza cubierta con una toca rizada. Está sentada y da la sensación de ir vestida. No obstante cruza la pierna derecha apoyando el pie de ésta sobre la rodilla de la otra, y aunque no pueda percibirse por la distancia que la separa del espectador, parece mostrar su sexo. Nos da pie para aventurar su actitud, uno de los canecillos del ábside de Bárcena de Pie de Concha, en que nos encontramos con una figura muy similar, incluso en estilo, cubierta también con toca rizada, y que se encuentra en la misma postura.

 

 


 

 



La temática juglaresca vuelve a hacer su aparición en Can. Abs. May. XVI. Se trata de una figura varonil sentada, que toca un instrumento musical de cuerda que mantiene entre las piernas, apoyando la barbilla en el canto superior de ésta. Parece ir vestido con una larga túnica que le llega hasta los tobillos, aunque por el estado del canecillo no podemos afirmarlo con seguridad.

 

Vemos, pues, por lo expuesto, que son muy pocas las muestras que nos quedan de esta iconografía, si tenemos además en cuenta la magnitud de la cabecera y el número e canecillos que recorren sus aleros.

 



 

  





Pasando ya al lado Norte de la Colegiata tenemos que, mientras los canecillos de la nave sur del crucero se han perdido debido a los añadidos posteriores, sin embargo, por encima del ábside lateral se alza el muro de la nave del crucero norte, cuya línea de canecillos sigue, formando ángulo, a la línea de los mismos del muro del presbiterio.

 

 



 

 
 



Por lo que respecta a su iconografía, siguen siendo muy poco interesantes por lo que respecta a nuestro estudio, pues mientras que los del lado Este de la citada nave siguen la tónica general de los que vimos anteriormente en los ábsides, los del Oeste se encuentran casi todos ellos ocultos a la vista por un añadido románico tardío.

 

Del muro norte de la nave mayor poco podemos percibir debido al gran añadido que transformó toda esta parte. No obstante, a pesar de éste, se conserva aún una serie de canecillos, pero que, como los anteriores, se limitan a motivos de rollos y poco más.

 

Adosada al muro sur se encuentra la torre campanario. Parece que antes de ésta existió otra más primitiva de la que quedan huellas en el muro de la actual. Se corona con alero que alberga serie de canecillos, seis en cada lienzo sin contar los esquinales. Son pues en total veintiocho. No todos ellos son interesantes para nosotros, pues la mayoría siguen la tónica general en caveto liso o con algún motivo geométrico, siendo frecuentes también los animalísticos y de cabezas humanas.

 

 

CANECILLOS ALERO SUR DE LA TORRE


  1. Alberga en total seis canecillos, precedidos del situado en el ángulo Sur Oeste.


  2. Can. Tor. S-O.: Figura de animal con la cabeza vuelta a la izquierda.

  3. Can. Tor. S. I: Cabeza de león.

  4. Can. Tor. S. II: Dos animales que parecen luchar y morderse.

  5. Can. Tor. S. III: En caveto con motivo cilíndrico.

  6. Can. Tor. S. IV: Cabeza animalística con la lengua afuera.

  7. Can. Tor. S. V: Parece una cabeza de león.

  8. Can.Tor.S. VI: De difícil identificación.

 


 

CANECILLOS ALERO ESTE DE LA TORRE


De nuevo volvemos a encontrarnos con una nueva serie de seis canecillos, precedidos del que ocupa el ángulo del Sur-Este.


  1. Can. Tor. S-E.: Cabeza de animal de difícil identificación.

  2. Can. Tor. E. I: De rollos.

  3. Can. Tor. E. II: En caveto con un cilindro.

  4. Can. Tor. E. III: En caveto con una cabecita humana.

  5. Can. Tor. E. IV: Molduras formando una pirámide escalonada invertida.

  6. Can. Tor. E. V: De molduras en cruz sobre una bola.

  7. Can. Tor. E. VI: Animalístico.

 


 

CANECILLOS DEL ALERO NORTE DE LA TORRE

 

  1. Empezando de nuevo por el emplazado en el Nordeste:


  2. Can.Tor.N.-E.: Parece un cerdo pastando.

  3. Can.Tor.N. I: De molduras.

  4. Can.Tor.N. II: Animalístico, ¿ un caballo?

  5. Can.Tor.N. III: Motivo cilíndrico en caveto.

  6. Can.Tor.N. IV: Cabecita humana barbada.

  7. Can.Tor.N. V: Cabeza de difícil identificación.

  8. Can.Tor.N. VI: Animalístico.

 

 


CANECILLOS DEL ALERO OESTE DE LA TORRE


Es precisamente en esta parte, en donde se encuentran dos canecillos que atañen a la iconografía de la que trata nuestro estudio.


  1. Can. Tor. N-O.: Figurativo pero de difícil identificación.

  2. Can. Tor. O. I: Hombre en posible actitud onanista.

  3. Can. Tor. O. II: Muy parecido al anterior.

  4. Can. Tor. O. III: Fruto medio cubierto por una hoja, sobre molduras que forman pirámide escalonada.

  5. Can. Tor. O. IV: Cabeza humana.

  6. Can. Tor. O. V: Cabeza humana barbada.

  7. Can. Tor. O. VI: Cabeza de macho cabrío con barba.

 

 


 

 

Es así como vemos en el Can. Tor. O. I a una figura varonil en posible actitud onanista. Parece ir desnudo, pues muestra características itifálicas, y con la cabeza un poco levantada parece mirar hacia lo alto.



El segundo, Can. Tor. O. II., es muy parecido al anterior. Figura varonil de características itifálicas, sedente y desnuda, parece portar barrilito a la espalda, pudiendo encontrarse también en la misma actitud onanista.

 




Los cuatro lienzos de la torre llevan, a su vez, ventana doble ajimezada con capitel que presenta motivos iconográficos. Son todos de temática animalística excepto el que corresponde a la ventana del lienzo oeste. Observando este Cap. Vent. T. O. I, y empezando por la izquierda, nos encontramos con una figurita de pie que se apoya en un bastón en forma de "T". En la zona central tenemos a dos figuritas desnudas, una de pie y la otra parece encontrarse arrodillada.

 

 

LA LINTERNA

 

 

 

 





El crucero se cubre con linterna cuyo alero es soportado igualmente por canecillos iconográficos, en los que aparecen los mismos motivos que los ya vistos hasta ahora, no obstante, predominan los simples en caveto y los geométricos, sólo en el chaflán sureste nos encontramos con un canecillo que entra de lleno en la iconografía que nos ocupa.

 


 
 

 



Es éste el Can. Lint. S. E. en el que una figura humana desnuda y sentada, muestra entre sus piernas separadas un falo de proporciones bastante considerables. Su actitud es un tanto solemne, pues, con la cabeza un poco levantada, entorna los párpados como si meditara.

 

 


 

 

EL INTERIOR


ARQUERÍA INTERIOR DEL ÁBSIDE MAYOR

 





Tanto los muros del presbiterio como el semicírculo absidal están recorridos por una arcada de medio punto apoyada en capiteles iconográficos.

 

Empezando por el presbiterio norte nos encontramos con las siguientes manifestaciones.


Cap. Int. Arq. Abs. I: Dos filas de bolas o frutos medio cubiertas por una hoja y en lo alto volutas que se juntan en los esquinales con otra bola o fruto con hoja en el centro.

 

 

 

 



Cap. Int. Arq. Abs. II: La parte superior y central del capitel está ocupada por una cabeza monstruosa a cuyas fauces se dirige la cola del posible león que está en primer plano. En el esquinal, un hombre sentado entre dos leones que reposan sus cabezas sobre su regazo. Se completa la decoración con otros dos animales, uno en cada lateral, que parecen morder los cuartos traseros de los anteriores, volutas y las típicas bolas o frutos medio cubiertos por una hoja.

 

 

 

 

 





Cap. Int. Arq. Abs. III: En los esquinales nos encontramos con volutas y cabeza animalística en el centro de ellas, siendo el motivo principal dos aves que voltean sus cabezas y parecen introducir su pico entre las plumas.






Cap. Int. Arq. Abs. IV: Motivo de pitones muy destrozados, volutas en los esquinales, y bolas en los lados.

 

 

 


Cap. Int. Arq. Abs. V: Es historiado. En el lateral izquierdo vemos a un hombre vestido y de perfil, que abraza a una mujer de frente que lleva toca y junta las manos a la altura de su vientre. En la parte central dos figuras, también vestidas, luchan con lanzas. En el lateral derecho del mismo capitel volvemos a observar otra escena de lucha cuerpo a cuerpo, pero ahora sin armas; sus ojos se encuentran entornados, casi cerrados, como si de una lucha ritual se tratara.


Cap. Int. Arq. Abs. VI: Muy semejante en todo al primero de esta misma arcadura, con tres hileras de bolas o frutos y volutas angulares.

 

 



Cap. Int. Arq. Abs. VII: En la parte superior tenemos volutas angulares, bolas o fruto medio cubiertos por hojas, y cabeza monstruosa en el centro de la parte central. Tres leones de pie ocupan todo el cuerpo del capitel.  El primero, en el lateral izquierdo apoya una de sus patas delanteras sobre una cabeza humana que se encuentra en la parte inferior del esquinal. El situado en la parte central dirige su cabeza al esquinal opuesto, afrontándose a otro situado en el lateral derecho, y dirigiendo ambos las cabezas hacia abajo, como si quisieran beber de un recipiente que se encuentra en la parte inferior de este ángulo.

 

 





 


Cap. Int. Arq. Abs. VIII: Animalístico, con volutas angulares.


Cap. Int. Arq. Abs. IX: Dos leones afrontados en el esquinal que apoyan una de sus patas delanteras sobre lo que parece una cabeza o cuerpo de animal, (demasiado erosionado para poder decir de que se trata en realidad). Se corona este capitel con volutas angulares y bolas o frutos en la parte superior central de los laterales.

 

 


 



Cap. Int. Arq. Abs. X: Las típicas águilas de alas explayadas en las esquinas, y cabecitas monstruosas de animal en el centro de la parte superior de los laterales.










Cap. Int. Arq. Abs. XI: Leones afrontados en el esquinal, pero ahora muestran una sola cabeza,  y de nuevo volutas angulares en la parte superior con bola o fruto en el lateral izquierdo, siendo sustituida esta en el otro lateral por una cabecita de animal monstruoso.

 





El semicírculo absidal presenta también tres vanos de medio punto, pero sin columnas ni capiteles.

 

 

EL ÁBSIDE MENOR NORTE


La primitiva iglesia era de triple ábside, pero hoy en día sólo se conserva de los dos laterales el ábside norte. Este se abre a la nave lateral a través de un arco de medio punto doblado que apoya en capiteles iconográficos.


  1. Cap. Izdo. Arc. Abs. lat. N.: Es animalístico de leones enfrentados y otro que voltea

  2. la cabeza y se muerde la cola. En lo alto cabeza de monstruo en el centro y volutas angulares.


  3. Cap. Drcho. Arc. Abs. lat. N.: Fila inferior de bolas o frutos medio cubiertos por una

  4. hoja y otra de mayor tamaño en la parte central superior acompañada de volutas angulares.

 

 


CAPITELES DEL ARCO TRIUNFAL


Ya en el arco triunfal que da paso al ábside mayor, nos encontramos con dos temas muy significativos, característicos de estas iglesias cuya cronología no traspasa esa mitad de la duodécima centuria.

 




Cap. Izdo. Arc. Tr.: En él nos encontramos con el monstruo andrófago, siendo en este caso dos animales, afrontados en el esquinal, los que engullen la cabeza de un personaje de pie. En el esquinal opuesto  aparece  otra figura vestida con traje talar, y que apoya su cuerpo en un bastón acodado que sujeta con ambas manos. Vuelve a completarse la decoración de este capitel con volutas angulares, bolas o frutos medio cubiertos por una hoja y cabecita de animal en lo alto.

 

 


 
 

 


Cap. Drcho. Arc. Tr.: Vemos en él el típico motivo de águilas en las esquinas con las alas explayadas, que ahora sujetan peces con sus garras, sobre ellas volutas angulares, completándose su decoración con bolas o frutos medio cubiertos por una hoja.

 

 

 





CAPITELES DE LOS ARCOS TORALES


Situados ahora en la nave mayor y mirando al altar, el arco toral por el que se accede a la nave del crucero es también románico y presenta sendos capiteles.

 



 


Cap. Izdo. Arc. Toral O.: Muestra  una iconografía de cuatro leones afrontados dos a dos. Sobre el grupo de la derecha, y de rodillas, vemos una figura humana, mientras que detrás de los otros dos aparece otra de pie. Se vuelve a completar su iconografía con volutas angulares, una cabeza monstruosa que parece devorar una pareja de aves, y en los laterales cabeza de animal y bola o fruto.

 

 


 

 



Cap. Drcho. Arc. Toral O.: En el esquinal izquierdo, siempre según el punto de vista del espectador, nos aparecen afrontados dos leones que apoyan una de sus patas delanteras sobre las rodillas de una figura humana descabezada que los sujeta. En la parte central del capitel, una cabeza animalística entre volutas y en lo alto, mientras que debajo vemos cuatro perdices que cruzan sus cuellos dos a dos. Ya en el otro lateral, de nuevo cabeza de animal entre volutas sobre dos perdices que vuelven a cruzar sus cuellos.

 

 




En la nave crucero, a izquierda y derecha, dos grandes arcos torales ciegos se apoyan respectivamente sobre dos columnas con sus respectivos capiteles.


  1. Cap. Izdo. Arc.Toral N.: Se compone de bolas o frutos medio cubiertos por una

  2. hoja y cabecitas en el centro.


  3. Cap. Drcho. Arc. TorAl N.: Dos personajes  alrededor de un árbol,  posiblemente

  4. una palmera, y que, según García Guinea (1979, T. II, pág. 296), bien pudieran tratarse de

  5. Adán y Eva  ante la postura de recato que adoptan.  Se completa la iconografía de 

  6. este capitel con un grifo que muerde un fruto o bola, y una cabeza de serpiente; en

  7. lo alto volutas y cabezas de serpientes entre ellas.



Por debajo de este gran arco ciego se encuentra otro que da paso a la nave lateral norte del crucero, la única que queda, pues la Sur fue transformada en capilla (capilla de Juan de Frómesta). Este arco de medio punto doblado apoya en capiteles iconográficos.


  1. Cap. Izdo. Arc.Nav.lat.N.Cr.: Fila inferior de bolas o frutos medio cubiertos por una

  2. hoja, y en el centro,  sobre ellas,  dos perdices  cuyas cabezas son engullidas por otra

  3. cabeza de animal monstruoso que se encuentra en lo alto. En los laterales, las mismas

  4. bolas o frutos y cabeza de animal, todo ello coronado por volutas.


  5. Cap. Drcho. Arc. Nav. lat. N. Cr.: Presenta cuatro animales de pie afrontados, dos a

  6. dos, en las esquinas.  Sobre ellos volutas angulares y cabeza de animal en el centro.



El arco toral opuesto nos ofrece también capiteles iconográficos.


  1. Cap. Izdo. Arc. Toral. S.: Vemos leones afrontados de pie sobre el collarino, y sobre

  2. la grupa de uno de ellos parece cabalgar un personaje. Se corona el capitel con motivo

  3. de volutas y la típica bola o fruto medio cubierto por una hoja en un lateral.


  4. Cap. Drcho. Arc. Toral. S.: Vuelve a aparecer  el mismo tema d e leones de pie sobre

  5. el collarino y afrontados, con volutas angulares en las esquinas y cabeza de animal entre ellas.


Por debajo del arco toral sur vuelve a abrirse otro más pequeño que da paso a la capilla antes mencionada de Juan de Frómesta.


  1. Cap. Izdo. Arc. Nav. lat. S. Cr.: Cuatro leones  afrontados dos a dos  en las esquinas,

  2. pero ahora sus colas dejan verse a través de sus patas, subiendo por los lomos y yendo

  3. a parar a la boca de una cabeza animalística situada en la parte central superior de dicho

  4. capitel. Se corona éste con volutas angulares en las esquinas y cabeza animalística en el

  5. centro.


  6. Cap. Drcho. Arc. Nav. lat. S. Cr.: Se compone de dos filas de frutos o bolas medio

  7. cubiertos por una hoja, y de nuevo volutas angulares. En su parte central, y en lo alto,

  8. presenta cabeza humana, siendo animalística la de los laterales.



Después de todo lo expuesto sobre esta Colegiata, no nos cabe la menor duda de que, debido a la magnitud de la obra y del gran número de canecillos que alberga toda ella, debió de ser en su día una de las obras de vital importancia para nuestro estudio, pero hoy en día, y debido a las sucesivas transformaciones y añadidos de las que fue objeto, incluso en época románica tardía, poco es lo interesante para nosotros. No obstante, constituye un ejemplo, como tantos otros, de los que apoyan nuestra teoría sobre esta iconografía de la primera mitad de la duodécima centuria, que se va transformando y perdiendo a partir de mediados de siglo, pero de la que todavía quedan recuerdos en momentos posteriores y quizás, en algunos, con un cambio de significado