San Andrés de Cotillo











Siguiendo la misma Cuenca del Besaya, pero ahora en su curso medio, nos encontramos con la iglesia de San Andrés de Cotillo. Es ésta una iglesia pequeña y popular, que ha sido víctima de muchas reformas y añadidos posteriores.


No se sabe nada de su historia, por lo que tampoco sabemos a que monasterio perteneció en aquel tiempo. También, poco es lo que se conserva de aquel entonces, pero existen todavía algunos canecillos en el muro sur que nos atestiguan la presencia de una iconografía dentro de la temática que tratamos. Sin poder precisar si por entonces estaban ubicados en el mismo lugar en el que están hoy, tenemos a una primera altura, marcada por la línea de imposta en que comienza la línea inclinada de la espadaña, una serie de canecillos que quizás debieron pertenecer a un tejadillo albergando aquí, y de los que hoy en día podemos ver dos interesantes para nosotros.







El Can. s. I nos muestra a un hombre desnudo sentado. Está muy deteriorado, pero entre sus piernas abiertas todavía podemos ver que muestra característicasitifálicas de un tamaño bastante considerable, aunque hoy en día se encuentra destrozada esta parte. Poco más se puede decir de él debido al estado de erosión, sólo que parece estar en actitud onanista pues se lleva las manos a la base del falo.


A continuación, el Can. s. II, en mejor estado de conservación que el anterior por lo que respecta a su rostro, no obstante, por los rasgos de éste no podemos tampoco decir si se trata de un hombre o de una mujer. Nos inclinamos más por esto último, al observar que presenta un abultamiento del vientre, por lo que podría tratarse de una mujer embarazada, desnuda y sentada.



El muro de la iglesia actual se eleva por encima de esta línea de canecillos, y su cornisa se apoya igualmente en modillones prácticamente todos de proa de nave, excepto dos de ellos que nos atañen, y otros dos que presentan cabeza humana.






El Can. S. I muestra a un hombreitifálico, desnudo y sentado, que se lleva las manos al falo. Nos aparece con la cabeza completamente rasurada, no presentando ningún rasgo demasiado exagerado, ni nada más que pueda llamar nuestra atención de un modo particular.








En el Can. S. III vemos a una figura humana de la que sólo tenemos cabeza y pies, pues el cuerpo se ha transformado en un barrilito o tonel. Todo parece indicar que podría tratarse de un hombre disfrazado de tal, pues, si estuviera saliendo de él no se le verían los pies, y el barril se encontraría en vertical, siendo su posición aquí en horizontal.

 




El resto no muestran interés para nuestro estudio, siendo sólo iconográficos el Can. S. IV y el Can. S. VII que presentan ambos cabeza humana, como ya apuntamos.

 

 


 


 

 

 

Tanto el ábside como el muro norte presentan también línea de canecillos, pero todos ellos muy sencillos de proa de nave.


En el muro del hastial, a la derecha de la puerta de éste, nos encontramos con un retablo cuya figura principal es la representación de un San Cristóbal. Tanto las jambas como el arco de medio punto de éste tienen representaciones iconográficas, cuya iconografía, pese a la rusticidad de talla, no puede fijarse en el románico, sino posiblemente a finales del siglo XV o en el siglo XVI.