San Juan de Raicedo











Es otra de las iglesias ubicadas en la Cuenca del Besaya, en el valle de Iguña, próximo a las Fraguas. Poco o nada se sabe sobre el lugar y alrededores en el que está emplazada esta iglesia, pero las relaciones encontradas entre parte de su plástica y la de otras iglesias más al Sur, vuelve a indicarnos la gran importancia que tuvo esta cuenca, como zona de paso y comunicación entre el mar y el interior, siendo también vía transitada por los maestros canteros.


En cuanto a su contexto socio-religioso, se sabe que San Juan de Raicedo fue priorato de la Orden de San Juan de Jerusalén y es por ello por lo que lo más probable, ya desde los comienzos del S. XII, quizás el momento de construcción de su iglesia, entre dentro del señorío espiritual y temporal de la orden de Malta.(García Guinea, 1979, T.I, pág.362).


Sin datación cronológica, pues de ella tampoco tenemos fecha de consagración, García Guinea (1979, T. I, pág.368) no cree que su fecha de construcción pueda pasar de la primera mitad del S. XII, hecho que pudiera ser fácilmente, sobre todo con respecto a algunas de sus partes, ya que presenta algunos restos iconográficos que podrían pertenecer perfectamente a esta primera mitad del S. XII, pues tanto sus características iconográficas, como talla y estilo, tienen grandes correspondencias con los de San Pedro de Cervatos, no obstante, a la vista de lo que ha llegado hasta nosotros, creemos necesario apuntar una posible doble cronología, sobre todo por lo que respecta a sus manifestaciones escultóricas. También para García Guinea (T. I, pág.368) no sería de extrañar que el mismo maestro o alguno de los escultores de Cervatos, fueran los que trabajaran en esta iglesia.

 


 

 

 

El muro Sur conserva todos sus canecillos románicos, pero estos son muy sencillos y poco interesantes para nuestro estudio. El alero del ábside alberga en total dieciséis canecillos, siendo la mayoría geométricos yanimalísticos, sólo tres de ellos parecen emparentados con nuestra iconografía.

 

 

 


CANECILLOS DEL MURO SUR


Son catorce, pero muy sencillos y poco importantes para nuestro estudio.


  1. Can. S. I: Geométrico de rollos

  2. Can S. II: Simple en caveto

 

 


Can S. III: Geométrico de rollos

Can S. IV: Geométrico de rollos

Can S. V: Simple en caveto

Can S. VI: Una pierna humana

Can S. VII: Simple en caveto

Can S. VIII: Simple en caveto

Can S. IX: Geométrico de rollos

Can S. X: Simple en caveto

Can S. XI: Simple en caveto

Can S. XII: Simple en caveto

Can S. XIII: Simple en caveto

Can S. XIV: Geométrico de rollos

 

 

 

  1. CANECILLOS DEL ÁBSIDE


  2. De Sur a Norte tenemos.

  3.  

  4. Can.Abs. I  : De caveto.

  5. Can.Abs. II : Cabeza de animal con una especie de rollo entre los dientes.

  6. Can.Abs. III : Cinco peces.

  7. Can.Abs. IV : De caveto.

  8. Can.Abs. V: De seis rollos.

  9. Can.Abs. VI : Similar al anterior.

  10. Can.Abs. VII : Músico juglar.

  11. Can.Abs. VIII: Motivos vegetales formando una cruz.

  12. Can.Abs. IX : Una serpiente se muerde la cola.

  13. Can.Abs. X  : Posible músico juglar.

  14. Can.Abs. XI : Una cabeza de animal.

  15. Can.Abs. XII : Una pierna humana.

  16. Can.Abs. XIII: Cabeza de animal.

  17. Can.Abs. XIV : Figura humana desnuda y sentada.

  18. Can.Abs. XV : Cinco rollos.

  19. Can.Abs. XVI : Animalístico. Una liebre.

 



Así vemos como en el Can. Abs. VII aparece la figura de un juglar que porta un instrumento musical, el cual podríamos identificar con un gran rabel o instrumento de cuerda. Su iconografía es distinta a lo que estamos acostumbrados a ver. En otros ejemplos del mismo tipo, el músico aparece tocando, aquí, aunque en su conjunto está muy desgastado por la erosión, vemos que este personaje, de pie y de perfil, en actitud de marcha, sujeta el instrumento en posición invertida, y con el rostro de frente mira al espectador.


Esta temática juglaresca vuelve a repetirse en el Can. Abs. X. Se trata ahora de una figura sedente, con túnica, y cubierta por amplio manto, que parece sostener entre sus manos otro instrumento musical de cuerda, pero que en este caso sólo se intuye, y por lo que precisar algo más, es demasiado aventurado.


Por último el Can. Abs. XIV nos muestra a un personaje sedente, al parecer desnudo y con la cabeza completamente destrozada, que junta sus manos sobre su regazo, no pudiendo determinar si llevaría algo entre ellas. Lo que sí se ve claramente, es un gran abultamiento entre las piernas, quizás restos de lo que en su día pudieron ser sus órganos genitales.

 

 

El muro norte conserva también toda su línea de canecillos, dieciséis en total, pero siguen la misma tónica general de lo que veníamos viendo hasta ahora. Muchos son simples en caveto, otros presentan decoración geométrica o animalística, antropomorfos son los menos.

 

El ábside presenta también tres vanos de medio punto que apoya en capiteles iconográficos.

 



CAPITELES EXTERIORES DE LAS VENTANAS ABSIDALES

 

Cap. Izdo. Vent.Abs.I: Tapado por el muro sobrepuesto de la sacristía

Cap.Drcho.Vent.Abs.I: Animalístico. Perdices afrontadas.

Cap. Izdo. Vent.Abs.II : Especie de tallos verticales estilizados que terminan en bola o fruto.

Cap.Drcho.Vent.Abs.II: Semejante en todo al anterior.

Cap. Izdo. Vent.Abs.III: De imposible identificación ante el estado de erosión en que se encuentra.

Cap.Drcho.Vent.Abs.III: Figura orante con los brazos en alto en el primer plano, y otra detrás de ésta portando algo en la mano en posible actitud de ofrenda.

 

El muro norte conserva toda su línea de canecillos, dieciséis en total, pero siguen la tónica general de lo que veníamos viendo hasta ahora. Muchos son simples en caveto, otros presentan decoración geométrica o animalística, antropomorfos son los menos.

 

 

CANECILLOS DEL MURO NORTE


Can.N. I  : Una bola en la boca de un animal.

Can.N. II : De cinco rollos.

Can.N. III : En caveto.

Can.N. IV : Cinco rollos.

Can.N. V  : Vegetal.

Can.N. VI : Tres rollos.

Can.N. VII : Un ave con su cría.

Can.N. VIII: Cabeza de animal que saca la lengua.

Can.N. IX : Músico juglar.

Can.N. X  : Figura humana de pie se lleva las manos a las ingles

Can.N. XI : De cuatro rollos.

Can.N. XII : Tres rollos.

Can.N. XIII: En caveto.

Can.N. XIV : Tres rollos.

Can.N. XV : En caveto.

Can.N. XVI : Prácticamente destrozado.

 

 





En el Can. N. IX vemos a un músico sentado, vestido con larga y amplia túnica. Sujeta entre las piernas un gran arpa, a cuyas cuerdas lleva las manos en actitud de tocar. Su expresión, con la cabeza ladeada hacia su derecha, parece indicarnos que se deleita con el sonido que sale de sus notas. Tanto la talla de las manos, como su rostro, es lo mejor conservado, advirtiendo también en su cabeza los restos de un cabello abundante, corto y rizado.



 

  





A continuación, en el canecillo contiguo, Can. N. X, observamos una figurilla humana de pie, cuyo estilo es completamente diferente a todo lo que estamos analizando. Presenta un talle de avispa y hombros muy cuadrados, se puede decir que su torso, junto con los brazos, componen un auténtico triángulo. Va desnudo y se lleva las manos a las ingles, pero no parece presentar características itifálicas. La cabeza la tiene completamente destrozada.


 


 

 



En este mismo muro norte se abre una portada que es lo más interesante, para nosotros, de todo el conjunto escultórico de la iglesia. Ya para empezar, su arco de medio punto apoya en dos capiteles, cuya iconografía es la misma que estamos acostumbrados a ver en los capiteles torales de todas estas iglesias.


El Cap. Izdo. P. N. presenta dos leones que ocupan cada uno de ellos los laterales del mismo y juntan sus cabezas en el esquinal, hasta tal punto que se podría decir que comparten los dos la misma cabeza.


El Cap. Drcho. P. N. nos ofrece, como es costumbre, la típica águila con las alas explayadas. Cubre esta portada un pequeño tejaroz cuyo alero alberga cuatro canecillos, y entre ellos existen una serie de relieves a la manera de San Pedro de Cervatos.

 

 

CANECILLOS TEJAROZ PORTADA NORTE


De izquierda a derecha según el punto de vista de espectador, son los siguientes:


  1. Can.Tej.P.N. I: Animalístico.  Figura de animal que agachado sobre sus cuatro patas parece olfatear el suelo.

  2. Can.Tej.P.N. II: Posible parto.

  3. Can.Tej.P.N. III: Ostentación del sexo femenino.

  4. Can.Tej.P.N. IV: Hombre portando barrilito.

 


 

 

Si bien el primero es animalístico, ya en el Can.Tej. P. N. II, asistimos a un posible parto. Se trata de una figura humana sedente y al parecer desnuda. Las piernas las tiene separadas y entre éstas muestra un gran abultamiento que, por su forma volumétrica, más parece corresponder a una cabeza humana que a los genitales del personaje representado.


El canecillo se encuentra en muy mal estado de conservación, por lo que nos es difícil precisar si el rostro corresponde a un hombre o a una mujer, hecho que nos aclararía todo el resto de la iconografía. Si prestamos un poco más de atención, observamos una cabeza por debajo de las piernas, que las tiene levantadas, por lo que podríamoas estar ante la iconografía de una parturienta justo en el momento de dar a luz, cuando el recién nacido ha logrado sacar parte de su cuerpo del seno materno. La madre estaría entonces con las piernas para arriba, sujetándoselas por las corvas.


 

 


 

 

Siguiendo a éste, en el Can. Tej. P. N. III, nos encontramos con lo que a primera vista, y de frente, no hay duda de que se trata de otra mujer de piernas levantadas, que sujeta con las manos, mostrando sus genitales. Es muy difícil poder asegurar esto, pues el canecillo se encuentra en muy mal estado de conservación, no obstante, todo parece indicar que se trata de esa mujer que, cogiéndose las piernas por las corvas, ostenta su sexo, por lo que son precisamente estos canecillos del tejaroz de la portada norte, los que nos estarían ligando al mundo de Cervatos.

 



 

 

Cerrando esta serie de cuatro canecillos, tenemos el Can. Tej. P. N. IV cuya descripción iconográfica responde a la de una figura varonil, sedente, que soporta sobre sus hombros un tonel o barrilito. El rostro, aunque bastante erosionado, tiene unos rasgos muy expresionistas. Toda la carga expresiva se concentra en unos grandes ojos desorbitados y con las pupilas horadadas, presentando también prominente nariz. Las manos no las apoya en las rodillas como estamos acostumbrados a ver en otras iconografías de este mismo tipo, sino que parecen sostener algo que sujeta contra su pecho, aunque no podamos precisar de que se trata.

 

Por otra parte, y como ya apuntamos, entre canecillo y canecillo del tejaroz tenemos una serie de relieves a la manera de San Pedro de Cervatos.

 


 


El Rel. Tej. P. N. I es de difícil identificación, pues su estado de erosión es muy avanzado, no obstante, todo parece indicar que se trata de una escena de lucha. A continuación, el Rel. Tej. P. N. II parece representar una figura de mujer con un niño en brazos, mientras una gruesa serpiente rodea al grupo. La composición se encuentra en muy mal estado de conservación para poder precisar algo más. Ya para terminar, en el Rel. Tej. P. N. III tenemos una figura humana de pie con los brazos en alto y extendidos en cruz. A cada lado tiene una figura animalística sentada sobre sus patas traseras que presenta estiradas, y que podrían estar representando, por los restos que nos quedan de su talla, los típicos leones.

 

Se encuentra también muy desgastada por la erosión, pero iconografía similar la encontramos en la portada de San Pedro de Cervatos. En esta última, en la enjuta derecha del arco de la Portada Sur, se encuentra un relieve similar empotrado en el muro, que viene clasificándose como Daniel entre los leones, aunque su iconografía, como podemos observar, difiere un tanto de la que posteriormente vemos aparecer sobre todo en los capiteles del lado de la epístola de los arcos torales. Aparte de lo que pueda representar, es un dato que está relacionando una vez más esta iglesia con los canteros de Cervatos. Otro dato sería lel relieve  anterior pues, aunque su iconografía no sea idéntica, también aparece una mujer con niño en brazos en otra de las placas empotradas en el muro de la citada iglesia.

 

 



Otros restos iconográficos son los que nos aparecen en este muro Norte, sobre el tejaroz, pues, a ambos lados del mismo, existen lo que podrían ser unos restos de dos canecillos, hoy en día exentos. El motivo representado es idéntico, pudiendo tratarse de dos personajes sedentes, desnudos, de rasgos muy expresionistas, con ojos muy grandes y redondos que les salen de sus órbitas, y con la cabeza completamente encajada entre los hombros.

 

 


 
 




Poco más podemos decir de ellos, pues debido a su posición actual, la parte delantera de su cuerpo, que es lo que en su día estaría mirando al espectador, reposa hoy sobre la superficie del tejaroz, no pudiendo de este modo percibirla. No obstante, estilísticamente están relacionados con los canecillos que alberga el tejadillo de esta portada, cosa que no podemos decir de los que se encuentran debajo del alero del tejado, tanto del muro sur como los de este mismo lado, así como los del ábside, lo que nos lleva a darle dos cronologías distintas a la plástica de esta iglesia, una más antigua, en cuanto a todas estas manifestaciones de la portada norte y otra ya más reciente para el resto

 


 

 
 

 



También en este mismo lado de la iglesia orientado al Norte, se encuentra un relieve empotrado en el muro, cuya iconografía es animalística, pero los animales en ella representados son muy similares a los que acompañaban a ese personaje del Rel.Tej. P. N. III, no obstante aquí aparecen solos, afrontados por sus lomos.

 

 

 

EL INTERIOR


El arco triunfal apoya en capiteles iconográficos.

 

CAPITELES DEL ARCO TRIUNFAL  


Cap. Izdo. Arc. Tr.: Da la sensación de tratarse de dos serpientes entrelazadas, cuyas roscas cubren por completo la cesta del capitel.

Cap. Drcho. Arc. Tr.: Parece ser ahora una especie de cadena de eslabones circulares, la que cubre por completo la cesta del capitel.