Ya en la zona de la costa nos encontramos con una iglesia que, si bien su cronología puede llevarse a finales del S. XII, e incluso primeros momentos del XIII, conserva en su ábside dos canecillos cuya iconografía nos atañe.

 

 

 

 

 

En la zona correspondiente al semicírculo absidal dividido en tres tramos, es en el primero de ellos en donde encontramos en el canecillo que ocupa el cuarto lugar, lo que hemos venido denominando ostentación del sexo masculino, mientras que en el siguiente nos aparece esa mujer desnuda de piernas levantadas que sujeta por las corvas, y muestra sus sexo.

 

Ambos se encuentran muy erosionados, pero no por ello dejamos de notar que fueron tratados muy someramente sin mostrar demasiada hipertrofia en sus órganos genitales.