Ostentaciones del sexo femenino volvemos a encontrárnoslas en las iglesias de San Cipriano de Bolmir, San Lorenzo de Pujayo, Villacantid, Gama, Villanueva de la Nía, Raicedo y La Costana.

                      Bolmir                                   Pujayo                                Villacantid                                    Gama

              Villanueva de la Nía              Villanueva de la Nía                        Raicedo                                 La Costana

No obstante, la mayoría de éstas se encuentran muy desgastados por la erosión y prácticamente no podemos percibir la talla de sus órganos genitales aunque sí la postura y su actitud, que siguen siendo las mismas.

Iconografía semejante es habitual encontrarla, también, en iglesias románicas irlandesas y británicas, lo mismo que francesas, como por ejemplo en Montberault, iglesia de la Visitación de la Virgen; Targon, iglesia de Saint-Romain; Aillas, iglesia de Notre-Dame-de-Mouchas; Mauriac, basílica de Nuestra Señora de los Milagros; Tollevast, iglesia de San Martín (GAIGNEBET, C. y LAJOUX, J. D.: Art profane et religión populaire au moyen âge, pág. 196-97) siendo la región del Sudeste de Francia muy prolífera en cuanto a estas representaciones se refiere.

Así podemos ver también a esta mujer desnuda y con las piernas separadas en la portada de la iglesia de Dunières, en Arlempdes y Saint-Didier-en-Velay, e incluso se las ha querido ver ofreciéndose a jóvenes con máscaras de dios antiguo y cabellos rizados. (BEIGBEDER, 0.: Léxico de los símbolos, pág. 167. Es preciso hacer notar, como Beigbeder relaciona a esta mujer con un contexto, en el que salen jóvenes portadores de máscaras, enmascarados que aparecen también en nuestro contexto. Ver en este mismo estudio "Los enmascarados").

Vemos pues que esta iconografía no es exclusiva de la Península Ibérica, sino que representaciones muy similares se dan también fuera de nuestras fronteras. En Corbel, iglesia de Santa María y San David (Inglaterra), tenemos un canecillo en donde nos aparece esta mujer, pero que ahora no se conforma con mostrar sus genitales, sino que con sus manos estira de la vulva hacia ambas partes, mostrando el gran orificio de su vagina. (lustración en: SHARKEY, J.: Misterios celtas, pág. 30. También M. Murray en su artículo: 'Female Fertility Figures", en: Journal of the Royal Anthropological Institute, 64, 1934, págs. 93 a 100, reproduce numerosos ejemplos encontrados principalmente en iglesias de las Islas Británicas).  Muy parecida a ésta es la representada en el friso del ábside de la iglesia de la Visitación de la Virgen en Montberault, en donde una mujer de manos desmesuradamente grandes se encuentra en la misma actitud. (GAIGNEBET, C. y LAJOUX, J. D.: Op. cit., pág. 196)  En Targon, en la iglesia de San Román, de nuevo volvemos a encontrarnos a esta mujer de orificio vaginal exagerado que apoya su mano izquierda en la vulva, como señalando con su dedo el lugar de donde todo parte, por donde se abre al mundo exterior, lista para concebir y ser fecundada por ese falo de grandes proporciones que se encuentra generalmente en el canecillo o capitel contiguo.